¿Cómo Hay Que Prepararse Para Un Examen?

Hábitos saludables para estudiantes

El momento ha llegado, ¡es época de exámenes! ¿Sabes cómo preparar un examen para que sea lo menos painful posible?

Si te sientes perdid@ y no sabes por dónde empezar, no te preocupes, has llegado al sitio correcto. 

Vamos a preparar el terreno y vamos a ver cada punto importante que necesitemos para saber cómo hay que prepararse para un examen para que el proceso sea lo menos ‘doloroso’ posible: 

  • Desde qué hacer antes de un examen, ¿preparar el examen semanas antes o hacer una maratón la última?

  • Especialmente qué hacer el día antes de un examen, ¿acostarse tarde para aprovechar y hacer el último repaso o irse a la cama temprano para estar descansado?

  • Qué hacer el día de un examen, ¿desayunar bien o es preferible comer ligero?, ¿repasar los apuntes antes de entrar en el examen o no mirarlos más?

  • Durante el examen, ¿responder las preguntas lo más rápido posible y en el orden en qué aparecen o leerlas todas primero y elegir en primer lugar las respuestas que sabemos?

  • Y también qué hacer después de un examen. ¡Qué igual de importante es el antes como el después!

Qué hacer antes, durante y después de un examen

¿Qué hacer antes de un examen?

Antes de la fecha del examen, mucho antes de la fecha del examen podemos empezar a estudiar para el examen, no es preciso esperar al día anterior para estudiar.

Es preferible empezar con el tiempo suficiente y establecernos una rutina de estudio. 

De esta forma, podemos planificar el temario, podemos empezar a subrayar, hacer resúmenes, esquemas, mapas mentales y fichas de estudio, para luego aplicar alguno de los métodos de estudio que utilicemos que precisan de tiempo, como es el caso del método Leitner.

Para ello, podemos crear un plan de estudios haciendo un calendario lo más detallado posible donde ir incluyendo fechas límite según temario aprendido, el deporte y el tiempo de descanso y esparcimiento. (Que también son muy importantes y necesarios, también durante la época de exámenes, pese a que en muchas ocasiones, los obviamos). 

Al empezar a estudiar antes del examen, nos ayudará a estar más tranquilos y no nos sentiremos tan agobiados.

Antes del examen es necesario saber qué tipo de examen va a ser, ya que no es lo mismo preparar un examen que sea con libro y apuntes, a un examen sin ningún tipo de soporte o si es un examen de desarrollo, de respuestas cortas, tipo test o ‘multiple choise’. 

Como contamos con tiempo suficiente antes del examen, podemos permitirnos ponernos a prueba a nosotros mismos para saber qué estamos asumiendo correctamente los conceptos que vamos estudiando con autoevaluciones

El método anteriormente citado, el método Leitner es ideal para ir comprobando nuestros conocimientos mediante las tarjetas flashcards o bien, utilizando la técnica Feynman que consiste en enseñar a otro un concepto por complejo que éste parezca, de forma sencilla, con un mensaje simple y fácil de entender.

¿Qué hacer antes de un examen?

El día antes de un examen debería ser el día de repaso, no el día en que lo damos por todo para meter en nuestra cabeza el máximo de información posible para, al día siguiente, vomitarlo en el examen.

Como comentamos en el punto anterior, es preferible preparar el examen con suficiente antelación y repartir el temario en distintos días, para que de esta forma el día de antes al examen no nos sintamos saturados, agobiados y sin energía para abordar el estudio.

El día antes del examen es preciso descansar, dormir las horas necesarias y repasar el contenido del examen sin dedicar todo el día (y/o noche) a estudiar. 

Es más, el día antes de un examen, debería ser el momento perfecto para desconectar de los estudios y quedar con algún amigo, salir y tomar el aire para despejarse y relajarse antes del gran día D. 

El examen debería ya estar preparado, por lo que no deberíamos agobiarnos en estar estudiando hasta el último segundo. 

También es aconsejable preparar el día antes de un examen todo el material que vamos a necesitar para el mismo: ya sea boli, lápiz, colores, regla, goma de borrar, calculadora… (ya sabes, todas esas cosas que requiera ese examen en particular) y agua, es importante mantenerse hidratado.

Por último, la noche antes del examen es preferible comer algo ligero para no tener problemas a la hora de conciliar el sueño y podamos dormir bien.

¿Qué hacer el día de un examen?

El día de examen es preferible levantarse temprano, desayunar tranquilamente, sin prisas y de forma saludable (nada de azúcares refinadas y grasas saturadas que podrían dificultar nuestra concentración).

Si nos sentimos muy nerviosos podemos prepararnos una infusión y hacer una pequeña meditación, practicar unos minutos de yoga o permitirnos unos minutos para hacer unas cuantas respiraciones

También haremos un último ‘double check’ de todo lo necesario para no olvidar nada que podamos necesitar durante el examen.

Salir de casa con tiempo para llegar a tiempo al examen y evitar agobiarnos en caso de cualquier contratiempo que pueda ocurrir, como: retrasos en el servicio de transporte público, retención en la carretera, no encontrar aparcamiento y/o un largo etcétera que podría aparecer sin nosotros contar con ello.

Es preferible llegar antes al examen y tener un tiempo para relajarnos y prepararnos mentalmente para el examen, que llegar con el tiempo justo y con prisas (o llegar tarde). Posiblemente, ya estaremos nosotros suficientemente nerviosos, como para además añadirle el agobio de un contratiempo.

¿Qué hacer justo antes de empezar un examen?

Antes de empezar el examen para relajarnos podemos hacer unas cuantas respiraciones, haciendo especialmente atención a la concentración y en la confianza en nosotros mismos. 

Podemos aprovechar los minutos antes de empezar un examen para beber un poco de agua para estar hidratados durante el examen e ir al baño antes de entrar. 

Es aconsejable no mirar los apuntes durante los minutos previos a entrar en el examen ni comentar con los compañeros de clase conceptos, definiciones o fechas, esto puede hacernos dudar de lo que sabemos y de lo que no y nos podría agobiar más.

Lo ideal es entrar en el examen tranquilo y con confianza: ¡podemos hacer el examen!

El conocimiento ya lo tenemos adquirido, ahora solo es necesario plasmar en el papel todo lo que hemos aprendido.

¿Qué hacer durante el examen?

Antes de empezar el examen:

Antes de lanzarnos a responder como locos a la primera pregunta, es más aconsejable leer antes todas y cada una de las preguntas y calcular de manera aproximativa cuando podríamos tardar en responder cada una, de esta forma estaremos organizando nuestro tiempo de examen para disponer de suficiente tiempo para responder a todas las preguntas. 

Sabemos que durante un examen el tiempo es oro, por eso antes de empezar tendremos en cuenta que reservaremos un par de minutos al final para hacer un repaso final antes de entregar el examen.

También sería interesante saber antes de empezar qué puntuación tiene cada pregunta. De esta forma valoraremos el tiempo que tomamos para responder a cada pregunta, no tiene demasiado sentido perder más tiempo en una pregunta que tenga menos puntuación.

Un consejo muy evidente, pero que en ocasiones lo pasamos por alto: Tenemos que responder lo que nos preguntan. No por el hecho de que escribamos mucho nos puntuarán mejor, sino cuando respondamos correctamente lo que nos piden.

Por lo que es imprescindible leer atentamente cada pregunta y las instrucciones pertinentes para responderlas, asegurándonos de que entendemos lo que nos piden. Si tenemos dudas, es preferible preguntar al profesor (o examinador).

Una vez nos hayamos organizado mentalmente y tenemos claro cómo es el examen, es ahora de empezarlo.

En el momento de hacer el examen:

Mientras estamos realizando el examen es importante mantener una buena estructura en los conceptos, teniendo en cuenta que las ideas principales se deben apreciar claramente y de forma precisa.

En el momento de responder a cada pregunta es aconsejable hacer un pequeño esquema de lo que se va a decir en cada respuesta, de esta forma estaremos seguros de incluir las ideas principales y que no nos dejamos nada en el tintero al responder.

Si nos bloqueamos en una pregunta, es preferible dejarla por un momento y seguir con el resto de preguntas que sí conocemos bien, para luego volver a ella. Quizás en ese momento ya hemos encontrado el ángulo de respuesta que buscábamos.

A la vez que vamos contestando las preguntas, podemos ir revisando nuestro reloj para comprobar que vamos bien de tiempo y que estamos siguiendo la estructura que hemos organizado antes de empezar con las preguntas y que todavía disponemos de suficiente tiempo para completar nuestro examen.

Por lo que si notamos como el resto de compañeros ya empiezan a recoger sus cosas y salir de la clase, no les prestaremos atención y no nos pondremos nerviosos intentando acabar más rápido.

Nosotros tenemos el control de nuestro tiempo, ya nos hemos organizado antes y hemos planificado el tiempo para cada pregunta, ¿recuerdas?

Si nos sentimos agobiados o nos hemos quedado en blanco mientras estamos haciendo el examen, podemos dejar el boli un segundo encima de la mesa, cerrar los ojos y hacer un par o tres de respiraciones profundas. Este acto nos permitirá retomar la confianza en nosotros mismos y nos podría dar algo de claridad en las respuestas. Además, nos ayudará a relajarnos.

¿Qué hacer antes de entregar un examen?

Una vez hayamos acabado el examen es importante guardarse unos minutos para repasar por última vez el examen y comprobar que nuestras respuestas sean correctas. Este pequeño detalle puede ser el diferenciador entre tener una buena puntuación a obtener el broche de oro. Por tanto, ¡no perdamos la oportunidad de llegar al excelente!

Antes de entregar el examen es importante revisar:

  • El contenido del examen: Revisaremos que hemos cumplimentado todas las preguntas y que las respuestas que hemos facilitado estén completas, es decir, que no hayamos olvidado nada por escribir y que no hayamos cometido ningún error en los conceptos.
  • La forma y la gramática: En caso de tratarse de un examen de desarrollo de preguntas y no de un examen tipo test, igual de importante es la presentación del examen y la gramática como la cumplimentación de las preguntas del examen. Por ello, es necesario revisar siempre que entregamos una buena presentación de nuestro examen, es decir, que no haya muchos tachones ni borrones, que la letra sea legible, que las líneas estén rectas y hayamos dejado márgenes. Comprobamos las faltas de ortografía y de estilo y corregimos los errores antes de entregar el examen.

Y por último, y no por ello menos importante: ¡revisar que hemos puesto nuestro nombre en el examen!

¿Qué hacer después de un examen?

Aunque este último paso pueda no parecernos importante después de haber hecho un examen, ¡sí que lo es!

Una vez hayamos acabado un examen es momento de tomar una pausa y no embarcarnos directamente en el próximo examen. 

Es preferible planear alguna actividad placentera o de desconexión, dar un paseo al aire libre y tener una charla discernida con algún compañero para despejar nuestra mente y destensarse del momento que acabamos de “sufrir”. 

Recuerda lo que comentábamos en el punto #4 Hazte pequeñas recompensas en el artículo ¿Qué Hacer Cuando Estoy En Época De Exámenes?, éste es el mejor de los momentos para hacernos ese premio especial.

No caigamos en la trampa de comparar las respuestas con el resto, el examen ya está hecho y no hay marcha atrás, es preferible no seguir dándole vueltas y esperar los resultados de las notas.

Una vez dispongamos del examen corregido, podremos comprobar los errores y aprender de ellos, sin culparnos ni castigarnos por la nota obtenida.

¿Cómo Hay Que Prepararse Para Un Examen? - estudianteforever.com

El Consejo de Kiko:
Sabemos que los exámenes son importantes, pero hazte un favor, no te agobies, prepárate con el tiempo suficiente y da lo mejor de ti mism@, confía SIEMPRE en tu potencial.

Estudiante Forever

¡Mucha Mierd…! 💩