¿Cómo no distraerse a la hora de estudiar? 10 Consejos Para Concentrarse Estudiando

Hábitos saludables para estudiantes

¿Cómo no distraerse a la hora de estudiar?

¿Sabes cómo hacer para no distraerse a la hora de estudiar? ¿Te gustaría conocer 10 consejos para saber cómo concentrarse estudiando?

¿Eres de los que cuando te preparas para ponerte a estudiar, le es imposible concentrarse para estudiar, te distraes y no sabes qué hacer cuando no te concentras?

No te preocupes, en este artículo veremos algunos consejos para concentrarse para poder estudiar. ¿Estás preparado?

10 Consejos Para Concentrarse Estudiando

  1. Tener buenos hábitos de sueño
  2. Considerar una alimentación sana
  3. Planificar el estudio
  4. Espaciar las sesiones de estudio y descansar entre sesiones
  5. Eliminar distracciones
  6. Crear un buen entorno de estudio
  7. Controlar los pensamientos
  8. Establecer metas reales
  9. Utilizar técnicas de estudio y técnicas de memorización
  10. Hacer ejercicio físico

#1 Tener buenos hábitos de sueño

Uno de los aspectos más importantes para no distraernos y estar bien concentrados mientras estamos estudiando es dormir bien, es decir tener buenos hábitos de sueño.

Para ello, es esencial no olvidarnos de gestionar correctamente nuestras horas de sueño, ya que si no dormimos lo suficiente, tampoco podremos rendir como deberíamos.

¿Sabías que el sueño se relaciona con la consolidación de la memoria?

Según indica María Teresa Acosta en ‘Sueño, Memoria y Aprendizaje’: “Las investigaciones recientes demuestran que mientras estamos tranquilamente durmiendo nuestro cerebro está muy ocupado procesando la información obtenida a lo largo del día. Asimismo, la falta de sueño ocasiona problemas en la consolidación de la memoria”.

Cuando no tenemos buenos hábitos de sueño y dormimos poco y mal, nos sentimos agotados y ello nos imposibilita sacar toda la energía podríamos dedicarle a nuestro tiempo de estudio, ya que tenemos un bajo rendimiento, no somos eficientes, nos distraemos y no conseguimos avanzar como nos gustaría.

Sueño de calidad y dormir entre 7 y 9 horas

 Por lo que es aconsejable dormir entre 7 y 9 horas para ser capaces de concentrarnos al día siguiente en los estudios y a ser posible, olvidarnos de la cafeína durante la tarde, para que ésta no nos quite el sueño que tan merecido nos lo tenemos después de una larga jornada de estudio.

Para más información sobre los buenos hábitos de sueño puedes leer esta guía de la Sociedad Española de Sueño de la Revista de Neurología.

#2 Considerar una alimentación sana

Tener una alimentación sana puede ayudar no solo a nuestro organismo para sentirse mejor y saludable, sino también para la concentración, la memoria, el estado de ánimo y prevenir algunas enfermedades.

Mucha fruta y verdura, grasas saludables, proteína de calidad, granos integrales y cacao

Una alimentación sana que se basa en la ingesta de mucha fruta y verdura, grasas saludables que aportan Omega-3 sobretodo en el pescado y las grasas del aguacate, las nueces o el aceite de oliva.

A su vez, es importante ir observando qué tipo de proteína y cantidad se consume. Como por ejemplo, el pescado de agua fría como el salmón salvaje, las sardinas o la trucha. O bien, legumbres como garbanzos o frijoles como fuente de proteínas.

Además de incluir granos integrales, como la avena, el pan o la pasta integral.

El chocolate si lo consumimos en pequeñas dosis, puede ayudar a potenciar la memoria y la concentración.

No obstante, no cualquier chocolate nos brindará estos aportes sino aquel que contenga un mínimo de 80% de cacao.

Según el tipo de alimentación que tengamos, nos hará sentir de una forma distinta.

Y es que hay alimentos que pueden hacernos mejorar nuestra capacidad de concentración y otros por el contrario, nos hacen sentir más cansados y distraídos.

Por ello, es imprescindible mantener una alimentación sana y equilibrada para que nuestro cerebro pueda rendir al máximo mientras estamos estudiando.

Ya que una buena alimentación nos proporcionará unos mejores niveles de concentración a la hora de estudiar.

Evitar comer grandes cantidades de comida antes de estudiar, el alcohol, las bebidas azucaradas y grasas saturadas

Comer grandes cantidades de comida antes de estudiar puede causarnos pesadez de estómago y ello puede dificultar nuestra concentración, lo mismo ocurre con los alimentos que contienen mucha azúcar o grasas saturadas.

El alcohol y las bebidas azucaradas también es conveniente sacarlas de nuestra lista de favoritos mientras estudiamos.

Todos conocemos el dicho:

Somos lo que comemos.

Si lo que queremos es estar enfocados, concentrados, consumiremos alimentos que nos aporten energía saludable y nos ayuden a mejorar nuestra memoria y nuestra concentración.

#3 Planificar el estudio

Planificar el estudio antes de empezar si no queremos caer en algún momento en la desesperación y el agobio. 

Crear un calendario

Para ello, antes de empezar el curso podemos hacernos con un calendario y en él anotaremos las fechas límite, los exámenes, las exposiciones, la presentación de trabajos y todo lo que creamos importante tener presente para no olvidarnos referente a nuestros estudios.

De esta forma, con esta herramienta sencilla a la par que muy visual, administraremos más fácilmente nuestro tiempo y mantendremos un plan de estudios al día.

Gracias al calendario, podremos contar fácilmente los días que nos quedan hasta los exámenes y nos permitirá ir dividiendo nuestro tiempo.

Hacer un horario de estudio

Si lo que necesitamos es no distraernos y quedarnos centrados en lo que tenemos que hacer en cada momento, podemos hacernos un horario además del calendario, para así organizar las actividades que tenemos que realizar.

Una vez tengamos dividido nuestro calendario de forma organizada, podemos ir desmenuzando en partes aún más pequeñas en nuestro horario, dividiendo las asignaturas que estudiamos en temas o en módulos.

Al dividir el estudio en pequeñas tareas, nos permitirá administrarnos las grandes tareas de forma más eficiente y de forma más detallada.

En el horario podemos incluir el tiempo que dedicamos a cada tarea de estudio y también, las que no sean necesariamente específicas con el estudio, sino también el horario en el que nos levantamos, nos acostamos, comemos o realizamos cualquier otro tipo de actividades.

Cada vez que vayamos realizando las tareas que teníamos pendientes en nuestro horario, nos sentiremos motivados para seguir con la siguiente.

La idea es establecer un horario de estudio e intentar ceñirse al mismo lo mejor posible. No obstante, es cierto que siempre pueden surgir contratiempos e imprevistos con los que no contábamos, por lo que también tenemos que ser capaces de permitirnos cierta flexibilidad en nuestro horario.

Establecer una hora para acabar de estudiar

Ligado con el punto anterior, a la hora de hacer nuestro horario es importante contar con la hora en la que vamos a acabar de estudiar.

De esta forma, durante el tiempo en el que estemos estudiando lo haremos con la idea de saber cuando finalizaremos la sesión y nos permitirá sentirnos motivados para continuar hasta el final.

Además nos permitirá llevar una rutina más equilibrada, ya que nos permitirá descansar más y/o poder realizar otro tipo de actividades, optimizando de esta forma nuestro rendimiento.

Organizar el material a estudiar

Es importante organizar el material que tenemos que estudiar, disponer de todos los apuntes necesarios, saber dónde localizar cada material que necesitamos y evitar así cualquier sorpresa de última hora, donde no tenemos o no sabemos donde encontrar alguna parte del temario.

Eso nos evitará distraernos y perder el tiempo mientras estamos estudiando.

Para desarrollar la concentración y la memoria es importante tener buenos hábitos de estudio para conseguir buenos resultados.

Establecer los objetivos de estudio

Antes de empezar a estudiar, es interesante saber cuáles son nuestros objetivos.

Por lo que antes de empezar cada sesión de estudio, podemos crearnos un plan específico de lo que queremos hacer ese día. Para así tener muy claro que es lo que queremos lograr durante esa sesión de estudio en particular.

Ser lo más preciso posible

A la hora de indicar el listado de tareas que debemos realizar, lo haremos de forma muy clara y lo más específica posible, el hecho de ser específicos nos ayudará a concentrarnos mejor y estar menos distraídos, ya que sabremos exactamente qué hacer en cada momento.

En vez de escribir: ‘estudiar latín’ mejor escribir: ‘del libro de latín 1 estudiar las páginas 10-15 y hacer un esquema’.

De esta forma, tendremos una idea más definida de lo que nos proponemos y si seremos capaces de llevarlo a cabo en el tiempo que nos hemos marcado.

Además, al establecer con anterioridad lo que vamos a hacer, nos permitirá poder evaluar nuestro progreso y ver si vamos por el camino previsto para poder llegar a nuestros objetivos.

Tener un registro de lo que vamos acabando

Al tener un registro de lo que vamos acabando nos permite controlar si realmente estamos cumpliendo con los objetivos que nos habíamos marcado al inicio.

Además el hecho de ir marcando cada día como un día conseguido y finalizado, nos mostrará lo productivos que hemos estado ese día y nos mantendrá motivados.

Podemos servirnos de casillas de verificación para tener un registro y de esta forma poder visualizar fácilmente lo que vamos acabando.

De esta manera veremos de forma clara el progreso que estamos haciendo y seremos más intencionales a la hora de ponernos a estudiar.

Crear una rutina de estudio

Si lo que queremos es estar concentrados y enfocados mientras estudiamos, es importante crear antes una rutina de estudio.

Y es que tal y como indica Pierce Howard, autor del libro The Owner’s Manual for the brain: ‘Cuanto más rutinario es un estímulo, menos interfiere con los estímulos rivales’.

De esta manera, si creamos un ritual de estudio será más fácil mantenernos concentrados y evitaremos distracciones.

Este ritual puede empezar en mantener nuestra zona de trabajo ordenada y limpia, los apuntes que necesitemos para la sesión de estudio a mano y ordenados y la lista de tareas pendientes sobre la mesa lista para iniciarla.

Además de encender una vela, si nos gusta el ambiente que crea, seleccionar una música agradable para estudiar o todo lo contrario, ir a por unos tapones para los oídos, prepararnos una bebida reconfortante y/o abundante agua. Cualquier cosa que pensemos que pueda ayudarnos a concentrarnos.

#4 Espaciar las sesiones de estudio y descansar entre sesiones

 

Para poder conseguir una buena concentración mientras estudiamos, es recomendable ir haciendo pequeños descansos cada cierto tiempo para reducir la fatiga atencional.

Y si estos descansos periódicos se realizan en la naturaleza mucho mejor, tal y como aseguran Marc G. Berman y sus colaboradores en el estudio The Cognitive Benefits of Interacting With Nature, donde estudian los beneficios de los espacios naturales ante la fatiga atencional.

Al sentarnos en nuestro escritorio, frente a la gran cantidad de material que tenemos que estudiar antes de un examen, puede llegar a abrumarnos.

Y la mayor parte de este agobio puede ser debido a una incorrecta planificación de nuestro estudio.

Por lo que si no queremos llegar a esta situación y estudiar estresados la noche anterior al examen:

  • Además de realizar la planificación de nuestro estudio con anterioridad y aplicarla durante los días, semanas e incluso meses anteriores al examen;
  •  Tendremos la posibilidad de tomarnos un descanso entre sesiones de estudio para despejar nuestra mente y seguir enfocados en la siguiente sesión.

En vez de estar 8 horas seguidas sentados sin parar de estudiar.

Y es que al espaciar nuestras sesiones de estudio, nos permite además de distraernos menos, realizar un trabajo más profundo, ya que nuestra concentración es más intensa.

Utilizar la técnica Pomodoro

La técnica Pomodoro fue desarrollada en la década de los 80 por Francesco Cirillo en la que utilizó un temporizador de cocina con forma de tomate (pomodoro significa tomate en italiano) para dividir en sesiones su trabajo.

De esta manera, Cirillo utiliza el temporizador para marcar las sesiones de estudio y cuando suena, se toma un descanso.

Esta técnica permite no solo reducir la fatiga, sino también la ansiedad, además de ser beneficiosa para la agilidad, el enfoque mental y la creatividad.

Cada uno puede marcarse el tiempo que considere más oportuno tanto para sus sesiones como sus descansos.

La Técnica Pomodoro se basa en sesiones de trabajo de entre 20-25 minutos con 3-5 minutos de descanso y repetir el proceso 3 veces más, una vez completado ese tiempo, hay un descanso más largo de 25 a 30 minutos.

De esta forma nos ayuda a permanecer enfocados, concentrados y motivados, además de prevenir el agotamiento.

#5 Eliminar distracciones

Informar a la familia o las personas convivientes el horario de estudio del día

Al informar a las personas que viven con nosotros cuál es nuestro horario de estudio para ese día, sabrán cuando no deben molestarnos, fomentará el sentido de responsabilidad por nuestra parte y además será más fácil ceñirse al horario que hemos establecido para el estudio de ese día.

Este hecho nos permitirá concentrarnos mientras estamos estudiando.

Mantenerse fuera de las redes sociales, aplicaciones y lejos de la televisión

Eliminar de nuestra vista todos los elementos distractores como móvil, tablet o televisión, para así poder bloquear las redes sociales, aplicaciones, etc… que pueden permitirnos distraernos en vez de ayudarnos a concentrarnos.

Si lo que queremos es ser productivos, deberemos minimizar al máximo las tentaciones. Y es que cada vez que comprobamos algo en el móvil, el cerebro requiere tiempo para poder volver a enfocarse para la concentración de lo que estaba realizando antes de ser distraído.

#6 Crear un buen entorno de estudio

No podemos concentrarnos si no tenemos un buen entorno de estudio que nos acoja. Para ello y siguiendo con el punto anterior, eliminaremos de nuestra vista cualquier elemento distractor mientras estudiemos.

Evitaremos a su vez, cualquier clase de ruido o elemento que nos moleste, así como otras personas que no estén estudiando en ese momento.

En realidad, poco importa donde estemos estudiando siempre y cuando ese lugar sea un buen entorno para nosotros para estudiar.

Lo esencial es que nos sintamos cómodos, inspirados y dispongamos de todo lo que precisemos para el estudio con nosotros.

De esta forma evitaremos distraernos innecesariamente y pondremos todo nuestro enfoque en concentrarnos en la tarea que tenemos pendiente en ese momento.

Elementos como:

  • Un buen asiento cómodo que nos permita una buena postura durante el largo periodo de estudio
  • Una superficie plana, ya sea nuestro escritorio o la mesa de una biblioteca o de nuestra cafetería favorita, donde poner todo el material que necesitemos
  • Y un enchufe cercano para conectar el ordenador en caso de precisar del mismo mientras trabajamos, crearán una gran diferencia en nuestro entorno de estudio.

Tener un escritorio ordenado y con el material necesario para el estudio

Tener un escritorio ordenado y limpio nos permitirá concentrarnos mejor en el estudio, evitando de esta manera distraernos con elementos que no nos son necesarios en ese momento.

Por lo que antes de empezar a estudiar es buena idea de ordenar nuestra zona de trabajo y mantener en el escritorio sólo el material necesario que necesitemos para estudiar.

Al mantener nuestra zona de trabajo ordenada y con lo necesario para estudiar, ayudamos a nuestro cerebro a procesar mejor la información de una forma más eficaz.

Podemos añadir si nos apetece, algún elemento que nos inspire un tablón de sueños, una bonita foto, un lugar idílico, una planta o cualquier cosa que pueda subirnos nuestro estado de ánimo.

El hecho de tenerlo todo en orden, a su vez tiene un efecto calmante mental que nos ayudará a poder concentrarnos mejor.

Tener una temperatura en el entorno de estudio adecuada

Hay ciertos estudios que demuestran que mantener una temperatura adecuada de entre 22 y 25ºC (72 y 77ºF) permite una mayor concentración en el estudio.

#7 Controlar los pensamientos

Cuando notamos que perdemos la concentración y nos distraemos, podemos ayudarnos a nosotros mismos, diciéndonos frases motivadoras e inspiradoras para seguir estudiando y centrarnos en lo que estamos haciendo para mantenernos enfocados.

Mantener una mentalidad positiva

Nuestra propia motivación y nuestra mentalidad positiva son factores esenciales para nuestro éxito con los estudios, ya que nos ayudará a mantener la concentración y el enfoque en lo que estamos haciendo.

Si al estudiar no dejamos de repetirnos que no somos capaces de memorizar todo el temario que mañana vamos a suspender el examen, no rendiremos como deberíamos, sentiremos ansiedad y bloquearemos nuestra memoria.

No obstante, si nos repetimos mentalmente y en voz alta, que lo que estamos estudiando es fácil de retener, que nosotros podemos aprenderlo y tenemos pensamientos positivos, seremos capaces de reducir la ansiedad y conseguiremos estar más concentrados y motivados.

Además, podemos escribir una lista con frases que nos permitan mantener el enfoque y nos recuerden porque queremos estudiar.

Una lista con razones enfocadas en el proceso de estudio y no en el resultado, ya que éste queda fuera de nuestro control, a diferencia del proceso, el cual sí que lo controlamos nosotros mismos.

Tendremos esta lista a la vista para poder leerla cada vez que nos distraigamos.

Prepararse mentalmente para empezar a estudiar

Antes de empezar a estudiar, sobre todo si en ese momento no nos apetece, podemos tomarnos un minuto para prepararnos mentalmente para antes de empezar.

Durante ese minuto de tiempo, de forma intencional nos prepararemos para la tarea que queremos realizar y eliminaremos la resistencia que habíamos creado antes de empezar a estudiar.

#8 Establecer metas reales

Posiblemente a todos nos ha pasado alguna vez, que al sentarnos frente a todo el material que tenemos pendiente para estudiar, nos abrumamos y sentimos que será demasiado para nosotros.

Este hecho, puede provocar que nos distraigamos más a menudo y que perdamos la concentración.

Para que esto no nos ocurra y siguiendo con el punto anterior, para no perder la motivación y nuestra mentalidad positiva, lo que haremos es establecer metas que sean reales.

Para ello, nos apoyaremos en los puntos que anteriormente comentamos de establecer los objetivos de estudio y ser lo más preciso posible.

De esta forma, determinamos de la forma más exacta posible lo que queremos lograr en cada momento y una vez consigamos llegar donde queríamos, podemos hacernos una pequeña recompensa por haberlo logrado.

No vale la pena decirnos a nosotros mismos: “hoy voy a estudiarme el libro entero” cuando sabemos que el tiempo que disponemos es escaso y el volumen de trabajo es muy elevado.

Sabemos que no es una meta real y ese hecho nos perjudicará a la hora de intentar concentrarnos para intentar lograr algo que posiblemente no consigamos.

#9 Utilizar técnicas de estudio y técnicas de memorización

Hay distintas técnicas de estudio y de memorización que pueden ayudarnos a concentrarnos además de permitirnos una mejora en nuestro rendimiento.

Algunas de estas técnicas de estudio son:

Técnica de estudio del subrayado

La técnica de estudio del subrayado tiene como objetivo resaltar la información más relevante de lo que estamos estudiando.

De esta forma, extraemos la información más importante del contenido y además, a la hora de repasar los apuntes, nos permitirá ver nuevamente esa información destacada rápidamente.

Técnica de estudio de los mapas mentales

Los mapas mentales son una técnica de estudio basada en diagramas que representan palabras o ideas, las cuales son conceptos que se organizan alrededor de un concepto clave.

Esta técnica nos permite estructurar y organizar la información que tenemos, desglosando de esta forma, del concepto clave a los conceptos secundarios derivados del mismo.

En cuanto a técnicas de memorización tenemos por ejemplo:

Técnica de memorización de las reglas mnemotécnicas

Las reglas mnemotécnicas nos permiten el recordatorio de información importante en forma de secuencia. Son especialmente útiles para recordar listados de conceptos.

Dentro de las reglas mnemotécnicas hay distintos métodos como: el método de las iniciales, el método del relato, el método de conversión numérica, el método loci (de los lugares) o el método de la cadena, entre otros.

#10 Hacer ejercicio físico

El ejercicio físico regular ayuda a mejorar la concentración y la memoria, gracias al aumento del flujo sanguíneo en el cerebro, además de mejorar el sueño y el estado de ánimo, reducir la ansiedad y el estrés.

Distintos estudios muestran cómo el ejercicio físico mejora el rendimiento cognitivo.

El Consejo de Kiko:
 De la misma forma que revisamos nuestros apuntes para poder recordar conceptos, al incorporar nuevos hábitos como estos, siempre es bueno volver a leerlos de vez en cuando para verificar cuáles de ellos nos son eficaces. 

Estudiante Forever

Ya no hay excusas, ahora ya sabes

qué hacer cuando no te concentras para estudiar